Seguro que en numerosas ocasiones nos hemos preguntado esta cuestión. A continuación se muestra unas orientaciones sobre cómo fomentar el hábito de lectura en los más pequeños y pequeñas.
- Libertad de elección de la lectura. Imponer un libro determinado llega a ser contraproducente pues lo que conseguimos es que se aborrezca la lectura y lo perciban como algo obligado y aburrido. Es importante orientar sus elecciones, nunca obligar. Todo esto, teniendo en cuenta la edad y la etapa evolutiva de nuestros pequeños lectores o lectoras. Es aconsejable alimentar la curiosidad y jugar con una recompensa para incentivar la lectura.
- Entender la lectura como una actividad lúdica. En muchas ocasiones se ha relacionado la lectura única y exclusivamente con libros académicos. Existen otros muchos que muestran y trabajan otro tipo de características vitales para el desarrollo de niños y niñas. Leer ha de ser una actividad placentera.
- Ampliar los espacios de lectura. Es aconsejable ser creativos a la hora de decidir el lugar de lectura. Una habitación o la biblioteca son lugares perfectos pero es aconsejable salir de ellos de vez en cuando. Nos encontramos variedad de lugares públicos donde poder ejercitar esta actividad; parques por ejemplo, siempre mejor en compañía de adultos.
- Establecer una rutina diaria. Es aconsejable buscar un espacio y un tiempo diario para dedicar a la lectura. De este modo, la actividad se introducirá en la rutina del niño o niña de forma natural. También se puede hacer de manera progresiva. Antes de ir a dormir o después de la merienda pueden ser momentos oportunos para leer.
- Ampliar el soporte de lectura. Tablets, libros audiovisuales e interactivos en los que se puede participar activamente en la historia... Las nuevas tecnologías y los libros en papel pueden convivir de forma armónica y simultánea.
- Ocio compartido. Es necesario desterrar la idea de que la lectura es una actividad solitaria. Puede serlo pero también puede no serlo convirtiéndose en una actividad grupal y conjunta en la que cada uno aporte sus impresiones o emociones. Por lo que es aconsejable leer con ellos o leerles sin son aún muy pequeños.
- Involucrarnos en sus lecturas. Preguntar, curiosear, indagar... qué leen, cómo lo hacen, cuáles son los personajes, sus tramas, la historia... es una buena herramienta para que se sientan apreciados y continúen interesándose por la lectura.
- Impulsar su imaginación animándoles a escribir. Con la lectura, se dispara la imaginación y una buena manera de plasmarla es, escribiendo. De esta forma también se trabajarán otros aspectos como la caligrafía u ortografía.
- Leer. Los niños y niñas aprenden en gran medida por imitación. En casa encuentran sus primeros referentes y más tarde en el centro educativo.
Es importante entender que cada niño y niña tiene unas necesidades y preferencias lectoras diferentes, con ritmos distintos que debemos respetar y estimular en beneficio de su desarrollo.
